¿Qué hace la Pedagogía Montessori para los niños?
Al trabajar con los programas de enseñanza Montessori, los niños adquieren habilidades importantes y relevantes y aprenden:
A trabajar individualmente y en grupos; para ser ellos mismos sin obligarse a ser «perfectos»; para tener un sentido de autoestima; avanzar hacia un objetivo por sí mismos, tomar decisiones, organizar su tiempo, hacer elecciones y asumir la responsabilidad de los resultados; conocer y aceptar los fracasos, aprendiendo de ellos; para perdonar y aceptar el perdón;
Regocíjese en la vida; para amar a la gente real que está lejos de ser perfecta; para esforzarse por aprender y aprender.
La investigación contemporánea confirma la importancia de una de las observaciones de María Montessori, a la que ella dio el nombre de «períodos sensibles».
Los periodos de sensibilidad son periodos en los que un niño es particularmente susceptible a diversas actividades y comportamientos en general.
Cada uno de estos períodos representa el momento más favorable para el desarrollo de un sentimiento, una habilidad o un tipo de conocimiento particular.
Si se obliga a los niños a aprender algo fuera de un período de sensación favorable, les resulta más difícil hacerlo o el resultado no se logra en absoluto.
Los niños de familias bilingües son un ejemplo de esto. Desde el nacimiento, el niño se encuentra en un ambiente bilingüe; desde los primeros días, literalmente como una esponja, absorbe la información del mundo que le rodea.
El niño aprende los dos idiomas de sus padres sin una formación formal y sin el tedioso esfuerzo consciente que se requiere de un adulto cuando se aprende un idioma extranjero.
Montessori creía que los tres primeros años de vida eran cruciales para la formación de la esencia creativa del hombre.
Durante los próximos tres años, la adquisición inicial en el jardín de infantes se ampliará y solidificará.
El método Montessori permite al niño elegir libremente las actividades, lo que a su vez permite a cada niño desarrollarse a su propio ritmo. Por lo tanto, los niños con habilidades diferentes pueden estudiar en el grupo al mismo tiempo.
Un niño lento puede pasar mucho tiempo -más de un día- ocupado en el mismo material, sin obstaculizar el progreso de los demás niños.
Un niño más capaz se mueve mucho más rápido de una tarea de aprendizaje a la siguiente. Al mismo tiempo, se libra de la necesidad de aburrirse, esperando que todos los demás entiendan este material.
Un niño con alta capacidad tiene la oportunidad de seguir adelante porque tiene una amplia gama de diferentes materiales y posibles tipos de trabajo con ellos.
Es bien sabido que los niños se desarrollan a un ritmo diferente y su preparación para aprender cualquier tema es significativamente diferente incluso a la misma edad.
El interés y la disponibilidad del material permite que muchos niños del grupo Montessori empiecen a leer y a contar a una edad inusualmente temprana.